Dicen que el cambio climático y
la inquebrantable acción del hombre están dañando mortalmente a numerosas
especies animales y vegetales. Sin embargo, en Canarias está pasando todo lo
contrario: en el último Catálogo Autonómico aprobado por la Consejería de Medio
Ambiente del Gobierno autonómico, una planta marina llamada sebas pasó de estar
considerada especie protegida a ser denominada “especie de interés para los
ecosistemas canarios”. Estoy segura de que el hecho de que la anterior
categorización como especie protegida impidiera la construcción del Nuevo
Puerto de Granadilla de Abona no tiene nada que ver con la milagrosa y
repentina recuperación de la especie.
Sebadal en el suelo marino canario. (Imagen extraída de La Opinión)